domingo, 19 de abril de 2015

¡SOY UNA MOZART! PRÓLOGO 4º libro SERIE DE TEATRO MUSICAL


                                    ¡SOY UNA MOZART! 



PRÓLOGO

¿Qué tienen en común Chaplin y Mozart? ¿Has experimentado el efecto Mozart? ¿Será capaz Amadeus de transmitirnos que cualquier instrumento musical puede ser como “la flauta mágica”?
Tras la interesante repercusión de la colección de Taller de Teatro Musical con Verdi, Wagner y Tchaikovski, esta obra comienza a escribirse en Salzsburgo, ciudad natal de Mozart, rodeada de niños. Mostraros a una de las grandes figuras de la música con la que la literatura infantil ha sido generosa, es un reto apasionante para quien gusta explorar y aportar, si es posible, puntos de vista diferentes.
Fiel a la personalidad del músico al que rindo homenaje y a mi interés como médico, descubro que Amadeus pudo padecer un Síndrome de Guilles de la Tourette, afección que lleva a realizar movimientos o sonidos rápidos y repetitivos que no se pueden controlar (tics variados), repetición de lo último que se ha escuchado (ecolalia) e incluso, en ciertas ocasiones, la expresión de palabras vulgares o inapropiadas (coprolalia).
Mi inmersión en la vida de Mozart coincidió con el acercamiento a la obra de Chaplin como maestro del humor en la resolución de conflictos. ¿Por qué no hacer que se conozcan estos personajes que vivieron ajenos al mundo pero en él, que padecieron tics y que con humor enfrentaron su historia con tal genialidad que sus herramientas son válidas para cualquier espacio y tiempo?
Así nace Charlotte, una niña de edad indeterminada, que luce gorra en vez de bombín, arco en vez de bastón, y que pasea desgarbada su inteligencia y belleza exquisita como vagabunda contemporánea.
Si Mozart supo crear música con efecto, fuente de equilibrio, música que ha sido y es terapéutica; Chaplin, con risas musicales es capaz de contemplar y cuestionar el mundo con una perspectiva nueva. Charlotte es elegida por Mozart como pupila, él sacará la genialidad de la niña a través del aprendizaje del violín y de la aceptación de lo diferente que, lejos de estigmatizarnos, abre un camino de sanación precioso mientras se educa la voluntad.
Es la primera obra de la colección en la que el músico no es protagonista, sino que desde la sombra y con exquisita sabiduría, logra formar parte de la educación de Charlotte, chica con altas capacidades como Mozart, pero que a diferencia de él se niega a mostrarlas. Si el genio de Mozart pudo en vida desaforarse complaciendo, en esta obra, su espíritu quiere acompañar la dificultad que entraña la educación de niños con necesidades especiales. Maestro y pupila se transforman y nos impulsan, de forma divertida, a encontrarnos en nuestro propio camino de felicidad.
Si tenéis este libro en vuestras manos es porque apostáis por la música y el teatro como herramientas claves en la educación de vuestros hijos y/o alumnos. Pero la gran novedad, es que se trata de una guía para realizar con los niños un taller de teatro musical, que incluye el obras y operas del genial compositor. Es pues un manual con las actividades precisas para el montaje de una obra de una forma didáctica y divertida dónde el educador participa con el educado de forma activa en la familia y/o en la escuela. 
Un abanico de posibilidades aparece cuando abres la primera página:
-    Lectura en silencio, o en alta voz  con niños ya lectores.
-       Lectura colectiva, cada persona es un personaje. De la lectura repetida, los niños se aprenden el texto desde muy corta edad.
-       Realizar las actividades previas al taller que aparecen en el anexo.
-       Estudio y memorización de los textos de teatro guiados por el adulto.
-       Representación de la obra con cinco escenas.
-       El libro es un complemento del taller del mismo nombre que se imparte en colegios y teatros.
Los objetivos son:
GENERALES:
-       Utilizar la música como vehículo transmisor de sentimientos que conecta con nuestro Yo profundo y la esencia de nuestro Ser.
-       Desarrollar la dimensión artística de la persona.
ESPECÍFICOS:
1.     Conocer a Amadeus Mozart.
2.     Reflexionar sobre los valores, sentimientos que Mozart muestra en sus obras. Interiorizarlos.
3.     Identificar la ópera como género musical.
4.     Aprender  las profesiones que participan de la puesta en escena de una ópera.
5.     Educar la escucha activa y pasiva de música de calidad.
6.     Desarrollar el interés en los niños, familias y maestros por el teatro musical.
7.     Protagonizar escenas de ópera de Mozart.
8.     Trabajar la sensibilidad auditiva que permita la búsqueda de la afinación.
9.     Utilizar la voz como instrumento que genera salud física, psíquica y social.
10.  Imitar y aprender ritmos con el propio cuerpo y con instrumentos de percusión que han fabricado los alumnos.
11.  Entrenar la memoria
12.  Ejercitar y desarrollar la psicomotricidad
13.  Expresar a través del baile el sentimiento que la música nos provoca.
14.  Adquirir habilidades para educar a niños con necesidades especiales.
15.  Trabajar en el aula y en la familia los valores de las obras de Mozart para construir personas maduras y responsables que aprenden a :
a.     Vivir con espíritu crítico.
b.     Ser  personas íntegras que eligen desde la libertad, hacer el bien.
c.     Trabajar por el equilibrio físico, psíquico y social de la propia persona y del mundo.
d.     El humor como herramienta imprescindible para una vida saludable.
e.     Ser tolerantes, aceptando lo diferente.
f.      Incorporar una actitud positiva  ante la vida, capaz de elegir caminos creativos y saludables.
g.     Superar las dificultades.
h.     Educar la voluntad.
i.      Construir la autoestima.

Un abrazo con risas de Mozart,

Ángela Poza

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