jueves, 2 de junio de 2016

BEETHOVEN, ¡HERMANO! ACTIVIDAD 13. VERSIONES 5º SINFONÍA.



ACTO III. BEETHOVEN Y EL SILENCIO.

Beethoven viaja de nuevo al futuro, al año 2016 y….

Aparece Beethoven en la consulta del Dr. Caracol que camina lentamente, habla, gesticula y reacciona también lentamente.
DR. CARACOL.— La intervención ha sido un éxito, querido Ludwig. Su hipoacusia neurosensorial profunda bilateral ha sido parcialmente compensada. Como sabe le hemos colocado un implante coclear unilateral, claro. Ahora, me escucha. ¿verdad?
BEETHOVEN.— Sí, también toda esa maraña de pitidos y ruedas que atormentan este lugar.
DR. CARACOL.— Es la ciencia, amigo, ahora el dispositivo transforma las ondas sonaras en impulsos eléctricos que estimulan el Nervio auditivo. Gracias a un largo trabajo de ingeniería, se ha implementado una estructura fina para escucha musical que usted podrá disfrutar especialmente, son los avances de los que puede disfrutar en el 2016.
BETHOVEN.— ¿Puede hablar más claro y con más ritmo?, por favor.
DR. CARACOL.— ¡No me diga que no me escucha!
BEETHOVEN.— Demasiado bien, pero de qué me sirve si no entiendo su jerga.
DR. CARACOL.— Ja, ja, ja. ¿Cómo explicarle? La nueva estrategia de codificación le permitirá discernir los sonidos. Pero, como ya le comentaron mis colegas, no le hemos puesto un oído nuevo.
BEETHOVEN.— ¿Entonces?
DR. CARACOL.— Hemos mejorado su audición aunque no sea exactamente igual que antes.
BEETHOVEN. — ¿Qué suena? Dios mío, es la guerra.
El músico se tapa con la cortina.
DR. CARACOL.— Es un avión que va a aterrizar, estamos muy cerca del aeropuerto. Me encanta viajar, cuando vuele…
BEETHOVEN.— ¿Duele? ¿Qué es lo que me va a doler? ¿Lo que me han metido?
DR. CARACOL.— Vuele, vuele como los pájaros.
BEETHOVEN.— ¡Ah! Podré escucharlos, por fin.
DR. CARACOL.— Como decía, cuando vuele para regresar a su ciudad puede ser molesto, incluso algunos no lo toleran. No se ponga nunca en la parte de atrás y si es necesario retire el aparato.
BEETHOVEN.— ¿Qué? ¿Se puede volar?
DR. CARACOL.— Está todavía afectado por la anestesia…
BEETHOVEN.— No sé para qué escucho si no me entero de nada.
DR. CARACOL.— ¿Ha venido con algún familiar?
BEETHOVEN.— No, están en Viena.
DR. CARACOL.— Le diré a la logopeda que necesita usted más ayuda, lo hará encantada.
BEETHOVEN.— Yo no necesito a una loquera.
DR. CARACOL.— He dicho logopeda, ella le ayudará a adaptarse al aparato.
BEETHOVEN.— ¿Dónde se ha visto una cosa igual? Será el dichoso aparato el que tenga que estar a mi servicio.
DR. CARACOL.— Hombre, es otra forma de verlo, pero la rehabilitación auditiva es fundamental.
BEETHOVEN.— No le entiendo, doctor, es imposible. Además con ese bigote enorme, y con tanto ruido.
El Doctor se atusa los bigotes que terminan en espiral, como si tuviera dos caracoles en cada extremo.
DR. CARACOL.— Y dale con mi bigote. ¿Para qué les opero yo? Para que no tengan que leer los labios. Ya me gustaría a mí quitarme el nombre, digo, el bigote, pero entonces me quedaría sin lo que soy, sin lo que me da personalidad.
BEETHOVEN.— Nos vamos entendiendo, porque eso es exactamente lo que siento sin mi oído.
DR. CARACOL.— Ya, ya, ya me puedo imaginar, entonces.
BEETHOVEN.— Gracias Doctor, pero hasta que no vea cómo escucho la música…
DR. CARACOL.—Vamos a poner la televisión.
BEETHOVEN.— ¿El qué?
DR. CARACOL.— Le veo un poco perdido. Mire con atención.
Aparecen los dibujos animados de “La Pantera Rosa” interpretando la “Quinta Sinfonía” de Beethoven y una versión con mambo.










Y ahora… 
Mientras escuchamos la Quinta Sinfonía vamos a cocinar…
EL plato que prepares tiene que ver con lo que te provoque la música.
¿Qué ingredientes necesitas?
¿Qué tiene que ver el plato que preparas con las sensaciones que la música te inspira?
Ahora, dinos tu receta ….. con salsa de la Quinta Sinfonía. 









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